6. ¿Qué piensas del Amor?

Cómo ya se ha mencionado, sobre el Amor se han dicho y escrito muchas cosas a lo largo de los tiempos, y ha sido objeto de interés en varios ámbitos (artísticos, sociales, religiosos, etc.). Implica para la mayoría una aspiración, ya sea en cuanto a una aspiración espiritual, tal como lo planteaba el filósofo Platón, o como algo que debe aprenderse, así lo establece el psicoanalista E. Fromm cuando habla del «amor como un arte», por otro lado están quienes consideran el amor como una necesidad, como es el caso del psicólogo estadounidense A. Maslow, quien establece que quienes reciben mayores satisfacciones en el amor sin pedirlo, son quienes más dispuestos están a darlo.

Entonces, ya sea este una emoción, una facultad, una necesidad, etc., lo demostrado hasta el momento, quedando bastante clarificado por el recorrido histórico de diferentes autores, es que «El Amor», resulta ser aquello más anhelado por la humanidad en su conjunto, por más que muchos intenten escapar al deseo de dicha aspiración. Por ello, el lograr alcanzar un «Amor pleno», quedaría ubicado en el mismo lugar en el que todos sitúan a la «felicidad plena», aquella que para la mayoría resulta un tanto utópica.

Es muy positivo y necesario entender mejor este sentimiento tan complejo del Amor, pues además de ser muy importante en nuestras vidas, está en la base de las relaciones interpersonales más significativas. Afecta en todos los sentidos y cuando conocemos a esa persona tan especial y tan única, nos cambia la vida por completo.

Aclara significativamente el modo en el que percibimos la realidad, la manera en que nos sentimos a nosotros mismos, y que orientemos todo de otra forma, y que reorganizamos y cambiemos nuestras prioridades acerca de lo que importa en la vida.

Uno de los investigadores que más ha aportado en el estudio del amor ha sido el psicólogo americano Robert Jeffrey Sternberg, que en 1986, planteó la «teoría triangular del amor» como una aproximación a una teoría general sobre el amor en la que tengan cabida las distintas expresiones o tipos de amor.

Para Sternberg, el amor es una de las más intensas y deseables emociones humanas, pero también la que puede provocar que hagamos cosas que nunca nos imaginaríamos que podríamos llegar a hacer. Las personas pueden mentir, engañar y aún hacer daño en su nombre o desear cosas terribles cuando lo pierden.

El amor puede abrumar a cualquiera, a cualquier edad, pero más a quien lo desconoce aún y menos familiarizado está con sus efectos. Desde su punto de vista, hay tres factores implicados: la intimidad, la pasión y el compromiso. Estos componentes cambian en relación a diferentes momentos históricos, al momento personal en el que ocurre, e incluso a lugares geográficos o culturas.

Intimidad

Por intimidad se entiende el sentimiento de cercanía, unión y afecto hacia el otro, independientemente de la pasión o el compromiso. Se relaciona con los sentimientos que en una relación promueven la proximidad, la vinculación y la conexión.
Podemos hablar de intimidad cuando existe deseo de promover el bienestar de la persona amada, un sentimiento de felicidad junto a la misma, respeto, capacidad de contar con la pareja en momentos de necesidad, entendimiento mutuo, entrega de uno mismo, entrega y recepción de apoyo emocional, comunicación íntima, valoración de la persona amada, desarrollo de sentimientos de seguridad emoción, etc.

El germen de la intimidad está en salir de nosotros mismos y mostramos tal como somos en un proceso de confianza y aceptación mutuas. Es en este proceso cuando hay que ir con cuidado para fomentar el desarrollo de una personalidad autónoma e independiente, logrando un equilibrio entre intimidad y autonomía.

Pasión

La pasión es el estado de intenso deseo de unión con el otro, y es en gran medida la expresión de deseos y necesidades, tales como las de autoestima, entrega e, incluso, sumisión. La pasión se relaciona con las diferentes necesidades de la persona y con la posibilidad de ser o no satisfechas.

Este elemento puede ser el que primeramente acerque a dos personas, independientemente de que se logre la intimidad, y que la relación avance. Es más, a veces un exceso de pasión dificulta que la relación se logre y cristalice en una relación estable de pareja. No siempre la pasión coincide con lo sexual, ya que muchas veces una persona puede despertar pasión por otra por lo que esta ofrece, alguien puede encontrar en el otro la posibilidad de pertenencia, de emociones «fuertes», de comprensión, etc.

Compromiso

El compromiso. No se puede olvidar el papel que en el amor juegan la decisión y las expectativas de mantener la relación y permanecer juntos. En este sentido la lealtad, fidelidad, responsabilidad.. . funcionan por norma general, como buenos barómetros de la marcha de una relación de amor.

Lo normal es que haya un compromiso mutuo y similar por parte de ambos, pero no siempre esto es así. Es frecuente que en las relaciones de pareja en la adolescencia haya diferentes perspectivas en la manera de comprometerse. Para unos puede ser una manera de estar en compañía, para otros un divertimento, una forma de obtener «prestigio social», o la manera en la que saciar su curiosidad sobre el otro. En general, cuando uno llega a una relación de pareja con más «necesidades personales», es fácil que se esperen más cosas de la relación, convirtiéndose ésta en un permanente «tira y afloja» de demandas y exigencias, que suelen dar al traste con la relación.

Sternberg señala también que cada uno de los tres componentes básicos del amor tiene una evolución temporal diferente:

La intimidad se desarrolla gradualmente conforme avanza la relación y puede continuar siempre creciendo, aunque este crecimiento sea lógicamente más rápido en las primeras etapas.

La pasión por su parte es muy intensa al principio y crece de forma vertiginosa, pero suele decrecer conforme la relación avanza, estabilizándose después.

El compromiso, por último, también crece despacio al principio, más lento incluso que la intimidad. Hay que tener en cuenta que en la mayor parte de las relaciones amorosas, ninguno de los componentes se desarrolla aisladamente de los otros dos aunque haya una cierta especificidad para cada uno de ellos.

Los diferentes tipos de amor dependen de los distintos grados de presencia de esos tres vértices: intimidad, pasión y compromiso. De hecho, unos tipos tienen más posibilidades de continuar por ser más completos, mientras otros están prácticamente condenados al fracaso al apoyarse sólo en uno o dos elementos del triángulo.

Así, los pasionales con poca intimidad son muy poco valiosos como relación, al no dotar a cada miembro de la pareja con el suficiente conocimiento personal y profundidad, ni ofrecen demasiado apoyo emocional.

Los comprometidos pero con poca pasión, se convierten más en relaciones de fraternidad con diferente género, que adolecen de intensidad afectiva. O los que tienen mucha intimidad acaban siendo como amigos «íntimos», sin mucho más.

De la combinación de estos tres componentes, surgen diferentes tipos o formas de amar, dependiendo de qué factores sean los dominantes:

  • Cariño o afecto: resulta cuando se experimenta sólo o mayoritariamente el componente de intimidad, y caracterizaría una relación de verdadera amistad.
  • Encaprichamiento o Flechazo: Ocurre cuando hay pasión, pero esta no se ve sustentada por la intimidad o el compromiso. Sería lo que llamamos «amor a primera vista».
  • Amor vacío: Existe la decisión y el compromiso de amar al otro, pero sin la experiencia de la intimidad ni de la pasión. Puede ocurrir en las últimas fases de una relación duradera o en relaciones de conveniencia.
  • Amor romántico o enamoramiento: Se da cuando predominan en la relación la intimidad y la pasión, pero no el compromiso. Es decir, los amantes se atraen tanto física como emocionalmente, pero este sentimiento de unión y compenetración no va acompañado de compromiso. Es el que podríamos ejemplificar como «amor de verano» o amores pasajeros.
  • Amor fatuo: En este caso la pasión cristaliza enseguida en un compromiso, sin dar tiempo para que la intimidad surja; por lo que es un compromiso poco profundo. Sería el tipo de amor que fundamenta las «bodas relámpago».
  • Amor compañero: se refiere a la situación en la que los componentes de intimidad y compromiso aparecen unidos, pero sin el componente de la pasión. Es el amor típico de algunas relaciones de larga duración, en las que la atracción física y otros elementos pasionales han desaparecido pero hay un gran cariño y compromiso con el otro.
  • Amor consumado: Por último, existiría el tipo de amor que combina los tres componentes, o amor completo. Representa la relación ideal hacia la que todos quieren ir pero que aparentemente pocos alcanzan, y que según Sternberg es difícil de alcanzar y aún más de mantener. Enfatiza la importancia de traducir los componentes del amor en acciones.
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