Las formas de relación afectivas cambian con los tiempos, como cualquier hábito, estilo de vida, o idea. En la actualidad, cadavezmássehan abierto camino y forman parte de las creencias sobre el amor, las siguientes formas de pensar:
«Sin ti no soy nada»: Es una creencia muy arraigada debido a las letras de canciones románticas, que idealizan formas de amor a partir de dramas personales, o de momentos negativos que se pueden atravesar en las relaciones. Hay que partir de las base de que cada uno siempre tiene valor por si mismo, y aunque la afectividad es una faceta muy importante de nuestra individualidad, esta no nos puede anular, no puede sustituir la relación con uno mismo, ni con los demás.
«Sin pareja no tengo el aprecio del resto»: Como consecuencia de las modas y las influencias mediáticas, los más jóvenes han incorporado la idea de que hay que tener pareja sí o sí, y que nuestra valía personal depende de ello. Esa forma de pensar empuja y presiona, especialmente en el grupo de amigos, a emparejarse necesariamente, sin lo cual no merecen su aprecio y respeto. Para establecer una relación de pareja no existe ni una fecha, ni una edad determinada, y a unos les llega en un momento y a otros en otro diferente. Ninguno de ellos es mejor ni peor, y el valor que tenga la relación dependerá de la «calidad afectiva» de sus protagonistas.
«Sin Sexualidad no hay relación de pareja»: El tema de la sexualidad debe considerarse una de las cuestiones más privadas y personales de las relaciones de pareja. Una cuestión que debe de tratarse en el ámbito familiar, pues es susceptible de muchas interpretaciones, polémicas. y puntos de vista distintos. Cualquier decisión adoptada, si se hace a conciencia, y es tratada y supervisada por los mayores, responsables de tu desarrollo y crecimiento, en principio debe de respetarse.
Pero vivimos en una sociedad que muchos han denominado de la «hipersexuación «, es decir, que dan un valor y una importancia excesiva al mantenimiento de relaciones sexuales, ya sea dentro de una relación de pareja, como fuera de ella. Esto es así hasta el punto de que se ha generalizado y normalizado una forma de entender la sexualidad, como algo beneficioso por si mismo, realizándose con la pareja o con cualquier otra persona. Cuando a la sexualidad personal se le da salida, independientemente de la forma o de la persona con quien se mantiene, de siempre se le ha denominado pornografía.
LA SEXUALIDAD, Y TODO LO RELACIONADO CON ELLA, ES UN ASPECTO COMPLETAMENTE PERSONAL, EN EL QUE LOS DEMÁS DEBEN ACEPTAR Y APROBAR LO ELEGIDO, SIENDO UNO EL ENCARGADO DE LLEVAR A CABO LO QUE DECIDA HACER CON ELLA DESDE EL RESPETO A UNO MISMO Y A LOS DEMÁS